miércoles, 19 de mayo de 2010

Mi amor...



Cabalgan los jinetes de mi amor por tus extensas laderas. Ellos, y no yo, te hablarán de mis sentidos, de mi pena, de mi ansia y de mi vacío.

En su carrera, rodearán tu cuello como si fueran mis brazos, y uno de sus corceles rozará con su larga melena tus labios. Sin saber porqué, un placer conocido, te poseerá de nuevo.

El viento traerá hasta tus oídos el susurro de mi voz. Mis palabras se diluirán en la bruma de aquella solitaria playa, de aquel lugar que perdí un día en el tiempo. Oirás sílabas entrecortadas, lamentos, quejidos de dolor de mi alma desahuciada.

Pero también escucharás, para tu gozo, y para mi desespero, el clamor lastimero de esta enamorada. Gritando tu nombre en vano, sollozando un "te quiero", casi imperceptible...

Y se que, probablemente, cuando descubras que realmente soy tuya. Cuando tengas la certeza de que te amé, te amo y te amaré. Te fundirás en el negro decorado de esta noche amarga, y te perderé nuevamente.

Como siempre...



Roser

No hay comentarios:

Publicar un comentario