
...Y yo digo, en irrevocables palabras. Que todo cuanto he visto, sentido y amado en esta vida, no es más que un espejismo, que nos lleva al eterno sueño. Al más oscuro, al cese de los sentimientos, que exentos de nuestro cuerpo, morirán hasta ser simples palabras, que el viento habrá devuelto a otro lugar desconocido. Donde cielo y tierra, son un sinfín de corazones, que vagan lentamente por el insondable silencio del universo...
Este texto lo escribí hace mucho tiempo, a los 15 años. Sé que fue algo extraño, porqué estas palabras no podían surgir de mi interior a tan temprana edad. Recuerdo claramente que era una tarde de festivo, tenía la ventana tras de mi, papel y bolígrafo preparados, ya que sentía que debía escribir algo. De pronto mi mano se posicionó impulsivamente sobre el bloc y empecé a formar esas palabras y frases. Todo fue muy rápido. Al leer lo escrito me sorprendió muchísimo. Y lo guardo como testimonio de un momento mágico, en el que conecté con algo que, humildemente, desconozco.
Roser
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